Servicio de salud ¿deficiente?… ¡Lo que le sigue!
Hace algunos días y por casualidad conocí a una pareja de Colotlán, Jal., yo ayudo dos veces por semana a atender la cafetería de la central de autobuses y he tenido la oportunidad de conocer a gente de todas partes del país e incluso del extranjero, pero ese no es el punto; era un matrimonio joven, llegaron a la cafetería pidiéndome un vaso con agua, se notaban tristes, cansados y hambrientos, me platicaron que tenían un día entero sin comer, que no trían un solo cinco en la bolsa y que se iban decepcionados del trato que les dieron en Jerez, les pregunté que porqué y me contaron la siguiente historia:
El señor trabaja en la construcción, un trabajo de mucho riesgo, sufrió un percance, se le cayó una tabla de considerable peso en la espalda, eso le causó una herida que necesitaba suturas y atención médica de inmediato porque no dejaba de sangrar, así que lo mandaron para Jerez (la verdad yo no tengo idea si ese tipo de casos no se atienden en Colotlán). El hombre pasó por su esposa y ambos llegaron a Jerez, creo que de “rait”, y como no tienen ningún tipo de seguro pues optaron por ingresar a emergencias del Hospital General de Jerez, su playera tenía mucha sangre y se había pegado en la herida, así que le tuvieron que romper su playera, recibió la atención médica que necesitaba y hasta ahí todo iba bien, pero al momento de ser dado de alta, la historia fue otra. La pareja cuenta que no traían dinero, nada, así que no podían salir del hospital porque no tenían los 60 pesos que les cobraban, y dicen que les dijeron que a ver cómo le hacían, pero que si no pagaban, no salían. Ellos no sabían que hacer, así que se les ocurrió pedir “limosna” a la gente que estaba en la sala de espera, dicen que les dio mucha vergüenza, pero que no había de otra, que la gente los volteaba a ver con desprecio y que recibieron muchas palabras humillantes de los que ahí estaban sentados, al final juntaron el dinero y pudieron salir, sólo que al señor lo dieron de alta sin playera, puesto que la que traía la habían roto por causas arriba escritas, dice que una vecina de ese lugar le regaló una playera y les dijo que fueran al DIF a que les ayudaran. Ellos cuentan que el DIF los atendieron muy bien, que les dieron el dinero para que se pudieran regresar a Colotlán y los llevaron hasta la central camionera.
Ahí fue donde yo los conocí, después de escuchar la historia les ofrecí de comer y les pedí que no se fueran con esa impresión de nuestra gente, que somos más la gente que está dispuesta a ayudar, pero que a veces la desconfianza nos gana. Se fueron bastante agradecidos por lo de la comida y se despidieron.
Poco después mi hermana fue internada en el mismo hospital, ahí fue intervenida de apendicitis y tuve la oportunidad de estar con ella, ahí me di cuenta de que la mayoría de los y las enfermeras no hacen su labor como deberían y que son pocas las personas que realmente tienen la vocación de servir. En la sala en la que estaba, están pacientes que recibieron una intervención, así que la gran mayoría, no puede recibir alimentos de inmediato, mi hermana duró dos días enteros sin comer y con el puro suero, pero una de las enfermeras pasó el turno completo comiendo delante de los pacientes, ya se imaginarán como se sentían después de no haber probado alimento en días…
En una ocasión se le tapó la manguerita del suero, hablé a la enfermera en turno y fue a resolver el problema, sólo que antes dijo “ash” y torció la boca. Otra se la pasó hablando de la telenovela y de otros pormenores televisivos, otra en el celular, otra se ausentó cerca de una hora y llegó peinada y maquillada, otra viendo catálogos de todo tipo, y algunas otras situaciones parecidas sucedieron con las demás.
Yo pensaba escribir acerca de la deficiencia en los servicios de salud pública de nuestro estado, pero dado los acontecimientos de los días pasados, creo que es un problema nacional. Casos de negligencia médica que rayan en el cinismo y en lo inhumano, “Una indígena da a luz en el jardín del hospital donde le negaron la atención”, “Mujer tiene a su bebé en el piso de un hospital”, “Indígena chiapaneca muere después del parto por negligencia médica”, estos son algunos de los encabezados de las noticias de los últimos días, lo que no sé explicar, es por qué.
No alcanzo a comprender por qué si a todos los médicos, enfermeros, enfermeras y demás trabajadores de los hospitales les pagan un sueldo de “nuestros” impuestos, nos tratan como si nos estuvieran “haciendo el favor”, y esto sucede desde el Director hasta con la de farmacia. Caso contrario a los hospitales privados, ahí te tratan como rey, claro después ese buen trato te sale un ojo de la cara. Sé que hay muchas personas con la vocación necesaria para estar ahí, pero es cierto también que a muchos los corrompe el sistema.
La mentada “Reforma de Salud” no viene a mejorar las cosas, al contrario, lo que pretende es que aumenten los servicios privados facilitando los permisos y dejando de dar subsidios a los hospitales públicos, así que habrá que pensarle dos veces antes de que se nos ocurra enfermarnos.
Ya ni hablar del ISSSTE o del IMSS, que ya ni siquiera para hacerse unos análisis de sangre sirven, sólo atienden chequeos de rutina y darte a medias la medicina. Todo lo demás se atiende en Zacatecas.
Así de mal estamos, así de bajo ha caído la salud “pública”, que ni brinda salud, ni es pública. A todos los hospitales les falta personal, pero existen miles de médicos y enfermeros sin empleo, todos carecen del equipo médico necesario para brindar salud de calidad, pero les sobra dinero para corruptelas, todos te atienden de mala gana, pero se aferran al trabajo que les da de comer.
Seguramente tú tienes una mala experiencia en algún hospital público, este si es un problema general… que no es deficiente, ¡lo que le sigue!
Por Carolina Ibarra